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¿Cómo está cambiando Internet of Things los seguros para coches?

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IoT en los seguros para coches

Hoy en día las aseguradoras usan IoT para monitorizar los hábitos de los conductores, incluyendo cambios en la velocidad, con que frecuencia conducen y en qué momento del día, entre otros.  Su expectativa es que les llevará a reducir los costes a través de una mejor capacidad para evaluar los riesgos en sus clientes, y para los consumidores significa una reducción en el precio de su prima asumiendo que conduzcan de manera adecuada.

Entre las tecnologías y sensores que prevalecen actualmente para monitorizar los hábitos de conducción se encuentran los dispositivos On Board Diagnostic (OBD – II) de Intel, los cuales, instalados en los vehículos permiten entre otras funcionalidades, enviar analíticas de los hábitos de conducción del asegurado.

Es por esto que las compañías de seguros de automóviles están siendo de las primeras en adoptar modelos UBI (Usage-Based Insurance), también conocidos PAYD (Pay As Your Drive) o PHYD (Pay How You Drive), es decir, todo aquel seguro de coche donde el precio depende del tipo de vehículo usado medido en tiempo, distancia, comportamiento y lugar, podemos ver que entre los potenciales beneficios del modelo UBI se encuentran por ejemplo:

• Beneficios sociales y ambientales de una conducción más responsable y menos innecesaria.

• Beneficios comerciales para la compañía de seguros de una mejor alineación del seguro con el riesgo real, mayor segmentación de clientes.

• Potenciales ahorros de costes para los clientes responsables.

• Al estar los vehículos equipados con sistemas de seguimiento significa que, menos incidente por colisión y/ o robo en una zona dada podrían contribuir a bajar la prima a todos los clientas que vivan en esa zona.

• La tecnología que impulsa UBI / PAYD posibilita otras soluciones como el modelo de comunicación V2I, Vehicle to Infrastructure, que permite a los vehículos compartir información con los componentes habituales del sistema de carreteras de un país, como lectores RFID, semáforos, cámaras, luces de la calle, señales informativas o parquímetros.

• Más opciones para los consumidores en el tipo de seguro de coche disponible para comprar.

• Beneficios sociales de la accesibilidad a un seguro asequible para los conductores jóvenes responsables.

• Los conductores de mayor riesgo pagan más, por lo tanto tienen un incentivo más alto para cambiar los patrones de conducción o salir de las carreteras, convirtiéndolas en  más seguras.

• Para un seguro telemático basado en el uso, el seguimiento continuo de la ubicación del vehículo mejora la seguridad personal y la seguridad del vehículo. La tecnología GPS podría utilizarse para localizar el paradero del vehículo tras un accidente, avería o robo.

• Las métricas y analíticas recopiladas podrían resultar valiosas para la segmentación y/o contratación de seguros no relacionados con el automóvil.

• La gamificación de los datos fomenta el buen comportamiento del conductor en comparación con otros conductores y produce mejoras en su canal de fidelización.

Además, el modelo UBI está resultando prometedor como sistema de detección de fraude. Por ejemplo, una forma común de fraude exagera el daño del vehículo después de una colisión menor, por ejemplo, con la esperanza de obtener un pago más alto, pero al hacer una referencia cruzada a esa afirmación con datos del mundo real que muestran el tiempo, la velocidad, la ubicación y la posición de los vehículos en un accidente, las aseguradoras pueden medir mejor la gravedad del siniestro con respecto a la naturaleza de la reclamación.

Sin embargo, con toda está monitorización y promoción de buenos hábitos en la conducción tenemos que reconocer que somos humanos, puesto que las pólizas de seguros nacen para proteger financieramente a los conductores en caso de que comentan un error que cause un accidente.

Es por ello que los sistemas de seguridad existentes en los vehículos hoy en día, muchos de ellos basados en IoT han reducido considerablemente los accidentes, lo que se suma la reducción de la factura de las aseguradoras. Tenemos que entre los tipos de eventos se encuentran:

• La salida de carril
• El cambio de carril inadecuado
• Velocidad inadecuada o excesiva para la vía.
• El vuelco
• La colisión trasera

No debemos olvidar que actualmente se encuentran visibles en nuestro horizonte dos cambios disruptivos que afectarán sustancialmente a cómo será nuestra póliza en un futuro no muy lejano como la conducción autónoma y el coche como servicio.

Con respecto a sistemas de conducción autónoma, un informe de la consultora McKinsey & Company sugiere que la tecnología de conducción autónoma podría reducir hasta el 90% los accidentes para mediados del siglo y ahorrar 190 mil millones en gastos hospitalarios de dólares solo en Estados Unidos. Esto ya no es ciencia ficción, el sistema autopilot de Tesla ha llevado ya a una reducción del 40% en los accidentes en sus modelos, cuyo éxito es el resultado de la reducción del error humano.

Finalmente el coche, como cambio de un modelo de negocio de producto a uno de servicio nos permitirá explorar posibilidades hasta ahora nunca vistas, como, quien sabe, la oportunidad de contratar seguros a todo riesgo que cubran diferentes plataformas de carsharing que me cubran distintos modelos de coche y por tanto necesidades en función de los trayectos que quiera realizar, unas vacaciones en la montaña con un todo-terreno, desplazamiento durante un mes en utilitario en la ciudad o un coche adicional para mi pareja, son sólo algunos ejemplos de todas las posibilidades.

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