La mayoría de personas desconocen la información que puede haber sobre ellos mismos en internet. Pero puede que haya cierto contenido que no queremos que sea así de público. Además, una parte de él no depende de nosotros, sino de la página que aloja esa información. Seguro que alguna vez has oído hablar del derecho al olvido. Un derecho reconocido por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) por el cual cualquiera puede solicitar la retirada de contenido sobre él mismo de internet. Eso sí, bajo ciertas condiciones. ¿Podríamos eliminar cualquier rastro sobre nosotros? ¿Si hay una página que recoge mis datos personales sería posible eliminarlos? ¿Se podría llegar a evitar que mi información personal estuviera en internet? ¿Este contenido se elimina de verdad? ¿Habría forma de recuperarlo? En el artículo de hoy, vamos a explicar un poco todo esto.
¿Qué es el derecho al olvido?
Este derecho afecta al contenido que buscadores como Google, Bing o Yahoo entre otros puede indexar en sus motores de búsqueda. El objetivo es poder impedir la difusión de información personal a través de internet cuando no se ajusta a la normativa. Debido a ello, cualquier persona física o jurídica puede solicitar que se retire de sus índices el enlace a ese contenido. Aquí puedes hacerlo en Google, Bing o Yahoo por ejemplo.
Este derecho no elimina el contenido en sí, pero sí dificulta su acceso al no estar disponible en los motores de búsqueda. De esta forma, muchas plataformas de streaming como Netflix, HBO o Disney+ solicitan que, por ejemplo, se retiren los enlaces a webs donde poder ver online de forma gratuita su contenido. Una vez aprobada la reclamación podríamos seguir accediendo a la página si tenemos el enlace, pero ya no la podremos encontrar a través de los motores de búsqueda.
A pesar de ello, siempre queda la eterna duda. ¿Ese contenido de verdad se ha retirado? ¿O existe alguna manera de poder tenerlo indexado?
Lumen Database: ¿evitando el derecho al olvido?
Como con todo lo que ocurre en internet, esto también tiene truco. Y es que se puede seguir accediendo al contenido a través de Lumen Database (https://www.lumendatabase.org/). Este proyecto de investigación de la Universidad de Harvard se fundó en 2002. Su objetivo: estudiar las reclamaciones relacionadas con el contenido en línea. Antes conocido como Chilling Effects, primero indexaba las reclamaciones de EEUU, pero ahora lo hace del mundo entero. Para ello, cuenta con la colaboración de Google, Twitter, YouTube, Wikipedia, Medium, WordPress, Vimeo o el buscador de DuckDuckGo entre otros.
Lumen cuenta con un buscador de las reclamaciones que ha recogido. Si trasteamos un poco con él, enseguida nos damos cuenta de que permite muchos parámetros de búsqueda: palabras clave, remitentes, temas, países, idioma, etc. Siguiendo con el ejemplo de las plataformas de streaming, se puede consultar las reclamaciones que ha realizado hasta ahora Walt Disney Company (ver). También tiene a disposición una API para realizar consultas tras solicitar la correspondiente API key.
¿Pero dónde está la trampa? Pues que como parte de la reclamación, también se incluyen los enlaces que se ha solicitado retirar. Y aunque los enlaces no son directamente visibles, basta con solicitar el acceso poniendo un correo electrónico al que enviar un enlace de un sólo uso que permanece activo durante 24 horas para ver todo el contenido.
Y en este caso, el enlace aún sigue siendo válido (ver), pudiendo acceder a la descarga de contenido. Cabe destacar que para solicitar el acceso hace falta un email, pero que esta solicitud sólo se puede utilizar una vez por email.
¿Cómo se aprovecha Google de todo esto?
De por sí las grandes compañías poco pueden hacer contra esta iniciativa, independientemente del uso final que se dé de esta información. Menos aún podría una persona que solicite la retirada de sus propios enlaces reclamados sobre la base del derecho al olvido. Al final es un proyecto de investigación puramente académico. La verdadera pregunta es ¿cómo se aprovecha Google de todo esto?
Pues es muy sencillo: Google tiene indexada la propia página de Lumen. Si bien ya no indexa los resultados de búsqueda dentro de la propia página, facilita el acceso a esta mediante su indexación. Por suerte, desde 2017 se ha instado a Google a dejar de recoger los enlaces de las búsquedas en Lumen Database, cosa que antes sí hacía. Resulta paradójico, pero se le ha tenido que decir a Google que retire los enlaces a las copias de los enlaces que ya ha borrado.
¿Por qué es importante conocer Lumen?
Fuentes de información como Lumen son importantes a la hora de realizar una auditoría de exposición digital como parte de un servicio de Screening Digital. Es un recurso que alguien con malas intenciones utilizaría para extraer información sensible de su objetivo. Hay quienes consideran que es una forma de evitar el derecho al olvido. Por ello, investigadores y analistas de inteligencia acuden a bases de datos como ésta porque son sitios web en los que la gente no suele reparar por ser poco conocidos. ¿Conocías este proyecto?
