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“Edge Computing”, o como acelerar la conectividad

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Edge computing

La integración de internet en los objetos de uso cotidiano es una tendencia que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años. Esta interconexión digital se conoce bajo el nombre de Internet de las cosas o IoT. Gracias a estas herramientas se consiguen potenciales beneficios como ahorro de costes, automatización de procesos o la mejora en la productividad.

Como vimos en artículos anteriores, Eficiencia energética y sostenibilidad: el uso de la IA, el uso de estas tecnologías es una realidad y están comenzando a ganar atracción en numerosos sectores. Sin embargo, estos dispositivos IoT suelen presentar ciertas limitaciones debido a su escaso poder de almacenamiento o capacidad de procesamiento. Entonces, ¿Qué podemos hacer para sacar su máximo provecho? La solución a este problema tiene un nombre: “Edge Computing”. A lo largo de este artículo ahondaremos sobre este término y su amplio abanico de ventajas.

Edge e IoT : cómo funcionan

El Internet de las Cosas o dispositivos inteligentes son temas familiares que se han tratado en más de una ocasión en nuestro blog. En publicaciones anteriores como Café con IOT, se presentó de manera didáctica un proyecto interno relacionado con el mundo IoT. En este artículo, el cual encarecemos su lectura, se conectó unos enchufes inteligentes a nuestras máquinas de café para monitorizar y analizar su consumo. Estos dispositivos IoT pueden abarcar desde objetos domésticos comunes, como bombillas, hasta recursos para la atención de la salud o vigilancia urbana en ciudades inteligentes.

La gran mayoría de estos dispositivos generan enormes cantidades de datos durante el curso de sus operaciones. Piense en unos sensores que monitorean los equipos de fabricación en una planta de producción. Si bien un solo dispositivo que produce datos puede transmitirlos a través de una red con bastante facilidad, surgen problemas cuando aumenta la cantidad de dispositivos que transmiten datos al mismo tiempo. Es aquí donde entra en escena el denominado “Edge Computing”.

Se trata de una herramienta tecnológica que acerca estos procesos de computación y almacenamiento de datos a los dispositivos donde se recopilan, en lugar de depender de una ubicación central que puede encontrarse a miles de kilómetros de distancia. Esto permite que los usuarios obtengan servicios más rápidos y confiables ofreciendo una mejor experiencia. Por su parte, las empresas no solo procesan mejor la información, sino que también posibilita la aplicación de tecnologías de machine learning e inteligencia artificial que ayuden a generar mejores productos y servicios.

Edge e IoT: beneficios y flexibilidad

Como acabamos de ver, los dispositivos IoT generan una gran cantidad de datos que se deben procesar y analizar para poder utilizarse. El edge computing sirve como nexo de unión que acerca las necesidades informáticas a estos dispositivos. En los últimos años se ha experimentado un rápido crecimiento del uso de esta tecnología. En la actualidad, el edge computing se encuentra presente en muchos sectores. Las razones por las que se implementa esta tecnología son tan variadas como las empresas que la utilizan.

Muchos casos prácticos de edge computing surgen de la necesidad de procesar datos de manera local de manera inmediata. Transmitirlo a un centro para procesarlos acarrea problemas en la velocidad de transmisión de la información y puede generar altos niveles de latencia. Un claro ejemplo puede encontrarse en una planta de fabricación donde la maquinaría se encuentra sensorizada. Tales sensores generan un flujo constante de datos que se puede aprovechar para prevenir averías y mejoras operacionales. Mediante la tecnología de edge computing, el procesamiento y análisis de datos se realiza con mayor rapidez, permitiendo detectar de manera casi inmediata la aparición de comportamientos anómalos en los equipos.

Otros casos prácticos

Los vehículos autónomos son otro claro ejemplo de uso, ya que implican el procesamiento inmediato de una gran cantidad de información en contextos donde la conectividad puede ser poco estable. La información que reciben los vehículos autónomos por parte de los sensores es enorme. Mediante edge computing, estos se encargan de procesarlos a bordo del vehículo, reduciendo la latencia y volviéndolos más seguros.

De igual manera, podemos encontrar aplicaciones en transporte urbanos como autobuses y trenes. Se pueden aprovechar la tecnología integrada a sus vehículos para encontrar las rutas más eficientes. Cuando se implementa mediante una estrategia de edge computing, cada vehículo ejecuta la misma plataforma estandarizada que el resto de la flota, lo cual vuelve más confiables los servicios y garantiza la protección uniforme de los datos.

En el ámbito de la realidad virtual y aumentada el edge también va a jugar un importante papel. Estas tecnologías todavía no se han masificado a pesar de lo interesante que es sumergirse en un mundo virtual con unas gafas. El principal motivo es que para que la experiencia sea totalmente inmersiva hace falta que las gafas estén conectadas por cable a un potente ordenador. Con edge computing se pueden delegar estas funciones a centros de datos para mejorar la comodidad de las gafas y conseguir así su popularización.

Incluso las aplicaciones más demandantes podrían implementarse eficientemente desde el edge. La Internet háptica promete la experiencia más parecida a la presencia remota, incluyendo la capacidad de tocar objetos y manipularlos a distancia. Esto nos daría la capacidad de experimentar e interpretar realidades remotas usando una combinación de tacto, vista y oído, y habilitaría servicios tan beneficiosos como la cirugía a distancia

El futuro de la conectividad

Los avances tecnológicos siempre han supuesto cambios de paradigma en la historia humana. El uso de estas herramientas promete ser uno de los más revolucionarios. 

La utilización de estas tecnologías puede ir más allá de la aplicación clásica de la inteligencia de mercado, más centrada en la industria, la empresa y los clientes, para dar pie a un gran número de oportunidades en otros ámbitos de la empresa privada. Como se ha visto a lo largo de este artículo, Iot y Edge Computing se encuentran estrechamente conectados, mejorando las capacidades y competitividad que se traducen en un mejor servicio y en un producto final más depurado.

Existen otras situaciones de interés en torno a este mundo que nos gustaría tratar en próximos artículos: blockchain en IoT o el llamado «Fog Computing». Aunque el caso más interesante sea el que tú tengas que resolver. ¿Te animas a contarlo?

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