El área del automóvil en el sector asegurador es el más afectado por el fraude si se compara con el resto de los áreas, según datos de ICEA y UNESPA.
En este cliente nos enfrentamos a fraudes en los que están detrás bandas organizadas con estructuras sofisticadas y otras casuísticas, en las que el asegurado finge un daño hecho a un auto no asegurado, robos por parte del propio asegurado en/de su propio coche, terceros que fingen ser atropellados/golpeados…
El cliente quería mejorar su eficiencia para detectar falsos positivos, para relacionar los participantes en el fraude, para gestionar datos desestructurados o descentralizados y para adelantar en el tiempo la detección de los casos de fraude y analizarlos lo más cerca al momento de en que se han producido.