La eficiencia energética y la sostenibilidad ganan relevancia día a día. Como pudimos ver en el artículo anterior, Eficiencia energética y sostenibilidad: el papel de la Inteligencia Artificial, el concepto de las ciudades inteligentes o Smart Cities también comienza a ganar atracción en todos los países. Y es que desde un entorno ecológico y de desarrollo sostenible, la inteligencia artificial se puede aprovechar para dar forma a las ciudades del futuro.
Smart Cities e Inteligencia Artificial
Las ciudades inteligentes llevan años beneficiándose de tecnologías como la IA. El control de los semáforos y el tráfico, la gestión de recursos energéticos e hídricos o la posición y las rutas que toman las patrullas de policía, son algunos ejemplos que aprovechan el potencial de la IA para beneficiar a los ciudadanos. Con ello no solo se consigue modernizar nuestras ciudades, si no que optimizar recursos y volverlas más sostenibles.
Smart Cities y la energía inteligente
En los últimos años se ha experimentado un rápido crecimiento tanto a nivel de población, como de urbanización, con más y más gente viviendo cada día en ciudades. Este incesante aumento ha traído consigo un incremento en la cantidad de luz y energía que se consume en los núcleos urbanos, con los problemas logísticos que esto conlleva. Esto es debido a que, de forma general, la generación de este tipo de recursos suele provenir de zonas industriales o rurales apartadas. Es por tanto imperativo, el desarrollo de métodos para reducir y optimizar el uso de energía eléctrica, evitando ineficiencias y maximizando su aprovechamiento.
Uno de los pasos que se están dando para poder conseguir este aumento en la eficiencia del transporte y uso de la energía es la incorporación de sensores en todo tipo de dispositivos, permitiendo así recopilar grandes cantidades de información, que una vez analizada nos permite entender el comportamiento del gasto eléctrico en nuestras ciudades en tiempo real.
Es en este punto en el que el Machine Learning cobra una gran relevancia. Gracias a la disponibilidad de estos datos es posible elaborar sistemas que fomenten la utilización eficiente del sistema eléctrico:
- Sistema de alumbrado inteligente que reducen el nivel lumínico al no detectar peatones, evitando el desperdicio de luz.
- Modelos de detector de anomalías en sistemas eléctricos que identifican desperdicios de energía.
- Sistemas predictivos del consumo de energía que permiten tener enfoques proactivos en la reducción del gasto energético y aumentar la productividad.
- Medidores del grado de luminosidad interiores que regulen de forma automática la intensidad de las luces.
Smart Cities y el transporte inteligente
La movilidad es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las ciudades a día de hoy. Con el creciente número de personas viviendo en ciudades es necesario aprovechar la tecnología para evitar cuellos de botella y aumentar el confort de los ciudadanos. La seguridad de las infraestructuras, la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas de transporte son puntos clave en la transformación digital de las ciudades.
La gestión del tráfico es uno de los grandes retos de todas las ciudades, y es aquí donde las Smart Cities comienzan a despuntar. La implantación de nuevas tecnologías, y el uso de la IA, ayuda a las grandes ciudades a gestionar el tráfico. Mediante el uso de semáforos inteligentes, se consigue distribuir el volumen de vehículos, mejorando el tránsito y promoviendo una movilidad más sostenible.
Países como China, ya están comenzando a llevar a cabo este tipo de iniciativas, implantando semáforos inteligentes, que son capaces de descongestionar grandes zonas urbanas. Estos semáforos recaban información como el número de vehículos que se han aproximado al semáforo, tiempos de espera, o el estado de la circulación. La información se procesa, y permite al semáforo decidir el momento óptimo para detener o mover el tráfico, evitando así embotellamientos. Además, este tipo de semáforos son capaces de detectar el tipo de vehículo, pudiendo priorizar ciertos vehículos de emergencias en caso de ser necesario.
Smart Cities y la seguridad
Otro de los asuntos más polémicos a nivel global de los últimos años es la aplicación de la Inteligencia Artificial en lo referente a la seguridad ciudadana. El aumento de dispositivos de vigilancia en calles de todo el mundo genera aceptación y rechazo a partes iguales. En muchas ocasiones, esta sensación de hipervigilancia nos hace pensar en películas como Minority Report (2002). Sin embargo, y aunque iniciativas de pre-crimen se han sucedido en los últimos años, las smart cities actuales aprovechan la tecnología de una forma más realista y eficaz.
A través de las cámaras de seguridad y vigilancia, se pueden aplicar modelos que alerten sobre determinados movimientos o acciones sospechosas por parte de los ciudadanos. Ejemplos claros pueden ser actos violentos o robos, resultando así en grandes aliados en la reducción de criminalidad. Otros elementos como la identificación facial tienen aplicaciones desde el simple control de aforo hasta la identificación de individuos en respuesta a casos delictivos.
El futuro de las Smart Cities
Los avances tecnológicos siempre han supuesto cambios de paradigma en la historia humana, y este uso de la IA en las ciudades promete ser uno de los más revolucionarios. No debemos imaginarnos la ciudad como un sistema automatizado y controlado, sino como un ecosistema diverso y en constante cambio para conseguir adaptarse a nuestras necesidades. Ciudades humanas que evolucionan, se transforman y adaptan la tecnología de acuerdo a los nuevos arquetipos de sus ciudadanos.
Resulta evidente que, sin la complicidad de la ciudadanía, el desarrollo de las smart cities es más que improbable. Por ello, es fundamental promover y facilitar el acceso a herramientas y mecanismos que permitan co-diseñar estas ciudades. No sólo otorgando a los habitantes un rol pasivo como usuarios de las tecnologías, si no involucrándolos en un proceso compartido.
La manera en la que nos imaginamos la smart city es, en realidad, otra forma más de proyectar cómo imaginamos la sociedad. Conferencias como las que se están celebrando en Habitat III o Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, deben ayudarnos a seguir avanzando en la definición de estas ciudades humanas. ¿Avanzamos juntos de la smart city a la human city?